lunes, 4 de abril de 2011

Esto podría haber sido un buen relato de terror.

Leí, en una reseña de un libro, sobre la figura de Enki, dios-arquitecto (valga la redundancia) de los sumerios. Me picó la curiosidad y eché una ojeada en internet. Lo primero que encontré fue un blog con un prometedor artículo sobre los estudios de un experto en lenguas antiguas que tradujo una serie de tablillas sumerias las cuales relatarían el origen de la humanidad. La cosa se ponía interesante cuando los extraterrestres liderados por Enki comenzaban las manipulaciones genéticas de homínidos primitivos.

El blog, tengo que decirlo, está dedicado principalmente a la divulgación de un fenómeno que yo apenas conocía de oídas: el de los chemtrails, sospechosas estelas químicas fumigadas por sospechosas naves sobre nuestros cielos. Pero, como se ve, toca muchos otros temas, generalmente de aire conspiratorio y tras los cuales parece que se esconden, sino extraterrestres o reptilianos, sí al menos poderes en la sombra que manipulan a la humanidad y que se proponen a veces como “otras entidades” o “consciencias”.

No voy a loar el rigor con que están presentados estos temas (por otra parte abrumadoramente muchos y nuevos para mí). Pero sí que es verdad que la vehemencia con que los -llamémoslos así- iniciados intentan abrir nuestra mente me recuerda inquietantemente a la que muestran muchos divulgadores antisistema. De hecho, las referencias a la ignorancia de las masas y a su manipulación mediática es prácticamente idéntica. Y, si bien el despertar político es prácticamente evidente una vez sale uno de las fuentes oficiales, hay que reconocer que hasta que no te (de)muestran la verdad ésta se ve como algo ajeno, cosa de radicales, locos o exaltados. Entonces aparece inevitablemente la pregunta: ¿no nos estará esperando, en algún otro lado, otra caída del caballo?

En series, películas, libros y otros productos de entretenimiento están de moda los argumentos conspiranoicos, las poderosas instituciones secretas, seres extraños ocultos entre nosotros (magos, vampiros, ángeles caídos). Siempre son entes superiores, poderes en la sombra que manejan nuestros destinos. ¿Por qué tienen éxito estas figuras? ¿No responden acaso a la misma inquietud que mueve a aquellos iniciados? Parece que el subconsciente colectivo se ha impregnado de esa sensación de estar siendo dirigidos por otros.

¿Se explica este fenómeno políticamente? ¿por la presión incomprendida que ejerce el Sistema sobre cada individuo, por la falta de control de éste sobre su vida? Es evidente que sí.

Pero he hablado de caer del caballo. Aceptemos, como descubrimos antes en los disidentes, a los iniciados como gente más atenta a la realidad. Ellos perciben a alguien que nos maneja. Y ya sabemos, por la disidencia política, que el sistema nos maneja. La ecuación, entonces, no puede ser más directa: el sistema es ese alguien. El Sistema es alguien.

Si entendemos que la base de nuestra vida es la información contenida en el ADN, no cuesta aceptar que las normas, leyes y reglas a que hemos recurrido para convivir, para crear nuestra sociedad, hayan servido de base para dotar de vida a un ente -se podría decir- en una dimensión superior. Hay que mirarnos entonces a nosotros como componentes, células de ese ser, orientadas a satisfacer sus fines, no los nuestros.

El gran error de la política es que actúa en el sistema. Los cambios que consiga lo modificarán en un sentido u otro, pero siempre a nuestra costa. ¿No será, incluso, la política el sistema inmunitario del Sistema? ¿acaso no desvía la disidencia a esfuerzos infructuosos?

Matemos al Sistema ocupándonos de nosotros, destruyamos su ADN librándonos de las normas. La respuesta a nuestros problemas siempre ha estado en nosotros, por buscarla fuera hemos encontrado, hemos creado, extraterrestres.

Epílogo.

domingo, 13 de marzo de 2011

Volver a Lambchop

Hace un par de días fuimos al concierto del gran Moreo. En las cervezas previas alguien recordó un grupo al que siempre vuelvo y al que hoy me apetece reivindicar: Lambchop. Esta canción es la que abre su disco Damaged:

domingo, 20 de febrero de 2011

Inteligencia militar


Al ver la foto de estos soldados bielorrusos jurando así su lealtad a las fuerzas armadas y a la patria en una mañana de diez grados bajo cero me ha venido a la cabeza el siguiente texto:

"Es posible que la guerra como estrategia sea la continuación de la política. Pero no hay que olvidar que la política ha sido como la continuación, si no exacta y directamente de la guerra, al menos del modelo militar como medio fundamental para prevenir la alteración civil. La política, como técnica de la paz y el orden internos, ha tratado de utilizar el dispositivo del ejercito perfecto, de la masa disciplinada, de la tropa dócil y útil, del regimiento. En los Estados el ejército garantiza la paz civil porque es una fuerza real, un acero siempre amenazador".

Vigilar y castigar, Michel Foucault.

miércoles, 2 de febrero de 2011

¿Para qué sirve leer a Proust?

Leer a Proust es una pérdida de tiempo como el título de su opus magnum indica. Tal es así que nos impide ver la tele, ese lugar que jamás imaginó Kafka:



Querida María, no lo olvides nunca: "Hay un tema que es capital, y hay que decirlo así porque es la verdad: cuanto más sepas, cuando mejor te formes [sic], cuanto más te preocupes [sic], cuanto más estudies, cuanto más ... eh ... vida tengas [sic] mucho mejor y muchas más posibilidades".

¿Habrá leído a Proust Mariano?

Poco que decir y mucho que hacer

No leas (no pienses) más allá de Marx.

¿De qué puede servir leer a Proust?

¿te vas a hacer un abrigo de pelusas de ombligo burgués?

sábado, 29 de enero de 2011

Desayuno en Tiffany's

He aquí una de las muchas caras de lo que habitualmente conocemos como mercados. Poco que decir y mucho que hacer para acabar con ellos:

John Paulson, el gurú de los activos tóxicos, sigue engordando su ingente fortuna personal a un ritmo que impresiona incluso en Wall Street. El agresivo gestor de fondos neoyorquino, el mismo con el que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero desayunó en pleno ataque de los mercados contra la deuda soberana española, se embolsó 5.000 millones de dólares (casi 3.700 millones de euros) en 2010.

Son 1.300 millones más que la ganancia récord que obtuvo tres años antes, cuando siguió el camino contrario al resto de inversores y apostó por el colapso del mercado hipotecario en EE UU. Nadie antes fue capaz de generar tanta fortuna en la plaza financiera más competitiva del mundo como él.

Claramente, no hay ni hubo recesión para Paulson. El año pasado, de acuerdo con la información financiera revelada por The Wall Street Journal, el gestor de fondos ganó 158,55 dólares cada segundo. Una nueva marca para su brillante, aunque controvertido, expediente de negocios. Desde que fundó su fondo especulativo en 1994, solo perdió dinero en una ocasión.

Esta suma se explica principalmente, según el rotativo, por las apuestas que hizo con el oro, aprovechando la debilidad a largo plazo del dólar. También obtuvo importantes retornos gracias a los mercados emergentes y a su inversión en el gigante bancario Citigroup, que cerró 2010 con un beneficio neto de 10.600 millones, las primeras ganancias en tres años.

Pero entrando en el detalle, el rendimiento conseguido no es tan espectacular y revela que un inversor corriente que coloca su dinero en índices, como el Standard & Poor's, podría haber obtenido unas ganancias proporcionalmente similares. El vehículo inversor Advantage Plus, que está bajo su control, creció un 17% el año pasado, solo dos puntos más que el S&P 500. Y muchas de las ganancias son además sobre papel, es decir, pueden convertirse en pérdidas.

Publicado por el El País, uno de tantos medios en manos de los mercados, el 29 de enero de 2011.