viernes, 18 de septiembre de 2009

Misterios



Ayer fui al concierto de un señor muy elegante y cavernosa voz. Se llama Leonard Cohen. En la entrada vendían camisetas con su rostro y un lema que lo resume todo: “Canciones de amor y odio”.
Empecé a interesarme por sus canciones después de escuchar decenas de veces la versión que hizo Jeff Buckley de uno de sus himnos: Hallelujah. Otra canción de amor y odio, de infinita tristeza.
Una noche, Buckley se adentró nadando en el río Mississippi y murió ahogado a la edad de 30 años. Su muerte es aún un misterio. Un misterio como la belleza de las canciones de Leonard Cohen.



3 comentarios:

Odradek dijo...

Feliz vuelta al cole! tuviste suerte pues parece que en Valencia al dia siguiente ya no pudo actuar.
Es posible que nos veamos en breve, un saludo.

Jes Buddy dijo...

Vaklas dilo, el mejor concierto en que has estado, ni Bruce, ni Wilco :)

Es una pena por Elvis Perkins, un buen (buen) concierto, una buena (buena)telonera, cercanía, pero no. Sigue habiendo dioses.

Vaklas Eroski dijo...

Odradek: al parecer, al hombre le sentó mal una paella valenciana. ¡Mira que hacerle eso!

Barallobre: muy buen concierto, sí. Pero nunca podrá ser gigante si lo escuchamos en el BEC y sufrimos a una pareja de mexicanos borrachos a los que se les oía más que al bueno de Cohen.