martes, 3 de junio de 2008

Matarratas (la "a" acapara la trama)



Arantxa da la cara: arrastra la cama para matar a las ratas. Va armada -navaja nacarada, lanzallamas-.
Arantxa, atacada: “Vaklas, acá la pala, ¡mátalas, anda!”
La rata ataca a la brava, mas aplaza la batalla.
Arantxa lanza llamaradas anaranjadas. Las llamaradas abrasan la lámpara.
La rata sangra, arrastra caca.
Arantxa, alarmada: “Vaklas, ¡saca la sábana, la sábana blanca!”
La sábana blanca –larga, ancha– la aplasta.
La gran rata, atrapada, salta la alambrada, va al mar, da brazadas, patadas, nada hasta Las Landas.
Arantxa a Vaklas: “¿Darás la talla? ¿Lavarás la sábana, la pala, la navaja?”
Vaklas: “¿Mandas lavar las armas?”
Arantxa: “Ah, a más tardar mañana”
Vaklas la abraza. Van a la cama.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Alá!
(o sea ¡olé!)

Anónimo dijo...

Bravo Vaklas, impecable!! Habrá que darte el premio y dejar la cosa aquí porque si progresamos en esta espiral de más dificil todavía podemos acabar como aquel hombre que pretendia cruzar Escandinavia andando hacia atras para demostrar que "el hombre, al mismo tiempo que avanza, retrocede". Es decir, podemos acabar mal de la chaveta!. Un abrazo.

Vaklas Eroski dijo...

Jácara Bárbara! la gran dama, bailarás La Lambada para Vaklas?

Klement, esto no es nada. Ahora que le he cogido el gustillo me propongo escribir una novela de la extensión de Guerra y paz utilizando tan sólo la "m". Esta mañana he escrito 19 páginas, ya te contaré...
Por cierto, el que "pretendía" cruzar Escandinavia finalmente lo cruzó. Era de Bilbao aunque nacido en Minsk, ¿te suena? Terminé con ampollas pero mereció la pena. Aquella aventura se decidió en una taberna del Casco Viejo. Barallobre recurrió a la vieja fórmula: "A que no te atreves a ...?". Recogí aquella experiencia en un librito que titulé "Vaya rasca, Vaklas" (lo tienes en la Casa del Libro).
Hasta pronto