miércoles, 21 de enero de 2009

El origen de la vida, teoría del fin.

La vida, un ser vivo, se puede definir, en un ejercicio de autorreferencia y circularidad (las bases de la consciencia), como aquel organismo que busca su supervivencia. Habría que empezar a analizar entonces los sistemas sociales, etc, como seres vivos, ya que, sin tener probablemente una consciencia de sí mismos, priorizan claramente su supervivencia frente a la de cualquiera de sus individuos.

Es fascinantemente circular (o biológicamente helicoidal o astronómicamente espiral o esotéricamente mandálico) cómo inconscientes células individuales se agrupan para darnos vida a nosotros, seres conscientes, y nosotros hacemos lo mismo para engendrar monstruos sin voluntad que dirigen, inconscientes, nuestros destinos. Todo por un simple instinto de supervivencia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

He estado de viaje en "nosotros", un sitio muy bonito, me ha gustado. No había mucho ruido y eso, hoy por hoy, se agradece y bastante.
En cuanto a la supervivencia no más recordar "Por quién doblas las campanas" edo, euskaraz esaten dugun bezala, hor konpon!

Anónimo dijo...

Gracias Kaponata, y que siga silencioso... :)

Vaklas Eroski dijo...

Estimado Barallobre:

Lo del cuerpo social es más antiguo que el PP. Y la comparación me vale para recordar lo difícil que resulta coordinar un cuerpo para que camine en la misma dirección.

M
a d
n a

El resultado es desolador. No así tu blog, que tiene cosas preciosisímas.

V.