viernes, 6 de febrero de 2009

INFORME SOBRE UN ENDEMISMO (EN PELIGRO DE EXTINCION)


Quien haya venido siguiendo durante los últimos años el desmesurado afán por inventariar, recopilar y documentar, aparecido tras la publicación de los espacios y especies a proteger en las sucesivas Directivas Europeas (de obligado cumplimiento para los estados miembros), no se extrañará de ver dedicada una reseña, por considerar llegado el momento, al ser más peculiar y recóndito, verdadera leyenda viva, de nuestro ecosistema.

La tarea, coincidirán conmigo en que es comprometida, y por ello no dudo que será, en ocasiones, criticada; pero ante insistentes peticiones he de dar curso a este expediente según mi leal saber y entender y sin más dilaciones. Dese pues, en mi descargo, por justificado el atrevimiento y síganme, si sienten curiosidad acerca de lo que puedan leer en las siguientes líneas, en un recorrido por el cuerpo del siguiente INFORME:

En determinadas comarcas de difícil circunscripción, todas ellas pertenecientes a la provincia de Valencia, el personal sabe lo que es un Boroti, pero nadie aventuraría, al respecto, una definición exacta y detallada (ni aun siquiera vaga y aproximada), eliminando con ello la posibilidad de realizar estadísticas y, por lo tanto, de confeccionar gráficos de barras y de sectores por ordenador; y esto, para empezar, no es bueno.

En realidad no sólo es llamado Boroti, sino que existen otras variantes como Moroti o Bonoti. Ello se debe a que sólo se conoce con certeza la terminación –oti, por ser el único sonido pronunciado con claridad por los niños. Dato muy importante a saber es que debe pronunciarse con la o abierta, de otro modo estaríamos hablando de un concepto probablemente distinto. Cosa que sería, y esto siempre escapa a la inteligencia de muchos, poco acertada.

Etimológicamente hablando, algunos opinan que el nombre tal vez proceda de la palabra moro, más por el ancestral miedo que por la oscuridad donde pulula, pero la realidad de que esta explicación sea poco convincente hace que no se haya establecido como definitiva.

Nadie sabe con certeza detalles como el color o la figura de un Boroti, consecuencia de que siempre se mueve, como les dije, en la oscuridad más absoluta, rechazando aún la más espesa penumbra. Pero, no obstante, todos darían una descripción bastante similar de su apariencia si fueran obligados a realizarla, cosa por otra parte poco probable.

Es, vamos a suponer, como si sus cualidades sensibles provinieran de la memoria colectiva de la comunidad, antes que de la individual y empírica de cada uno, dato que de confirmarse sería muy positivo, pues es sabido que aquella primera memoria está más a salvo de errores que la segunda.

El fenómeno más decisivo que nos puede apercibir de su presencia es, ante todo, los sonidos que emite, que sí pueden ser escuchados con claridad, y que son muy parecidos a los propios sonidos naturales en inanimados, tales como los truenos, el ulular del viento, los crujidos de contracción/dilatación de las casas en la noche/día...
Son tan parecidos que algunos escépticos foráneos - sin duda por envidia al no poder pronunciar la palabra correctamente - han llegado a decir que no son sino tales sonidos a los que se parecen y no los del Boroti.

En cualquier caso son muy difíciles de distinguir por que el Boroti - ser muy astuto - emite los sonidos en el momento en que menos puedan delatarle. Así pues, prefiere realizar el sonido del trueno en días de tormenta, y los de las casas en noches sosegadas.

El que sea la astucia la causa de lo anterior también ha sido largamente discutido pues hay otros que creen que esto se debe más a una imitación momentánea similar a la que realizan algunos animales que a un oportunismo premeditado. Por el hecho de que nunca se haya dado una emisión a destiempo parece más afortunada la primera hipótesis.

Es por esta declarada incapacidad de la especie humana de diferenciar los sonidos, unida a la imposibilidad de ver en la oscuridad -pues el ojo humano no puede ver más allá de la radiación visible- por lo que llegado este punto , se podría considerar la posibilidad de su no existencia. Afirmo que esto sería ir demasiado lejos.

En nuestra comarca, en cambio, se sabe con seguridad que existen y se pueden enumerar pruebas de su existencia, todas ellas por si solas concluyentes:
el que todos sepan como son, el que exista una palabra para nombrarlo - pues de otro modo hubiera sido absurda su creación e imposible su divulgación no sabiendo el oyente acerca de que asunto se estaba tratando - , y la negación de la existencia del ser, sin duda por envidia, de aquellos cuya inteligencia no llega a alcanzar su entendimiento o cuya lengua no llega a pronunciar correctamente su nombre.

Llegado este punto, ustedes, como aficionados a la lógica, estarán intuyendo que debe existir algún factor de interacción Boroti/Especie-humana, no expuesto hasta el momento, que justifique el que estos seres hayan adquirido el importante rango que ocupan. Efectivamente; y este factor se deduce de la reiterada comprobación de que, aunque desconocidas las causas, los niños en su primera infancia son capaces de detectar su presencia o proximidad, diferenciando además sus sonidos sin error ni duda alguna. Se obtiene, como corolario, que esto es debido a que aquéllos representan un peligro potencial para las crías humanas.

En realidad, no son los niños los únicos con esta facultad, sino que también la poseen las madres humanas con niños en fase de habla incompleta; hecho por otra parte razonable si tenemos en cuenta que la Naturaleza dota a las madres de todas las especies el instinto suficiente para proteger a sus crías de las agresiones externas más inmediatas. Este instinto irá menguando en las madres a medida que aumente en los niños llegado un punto de inflexión en que serán los hijos los únicos capaces de detectarlos; en éstos también irá diluyéndose en el tiempo a medida que crezcan y adquieran fortaleza suficiente para quedar exentos de peligro.

Esta magistral sincronización tiene como efecto el que, si bien los Borotis consiguen asustar a los niños, haciéndolos llorar, estos llantos actúan como efectivo sistema de alarma, manteniéndolos protegidos, conduciendo a que hasta hoy no se recuerde ningún caso de bebé agredido físicamente en toda nuestra documentada historia reciente e incluso antigua. Y éste, como estarán de acuerdo, es un dato realmente bueno.

Con los datos aportados hasta el momento se impone el desarrollo de unos axiomas con el fin de ordenar ideas y que deben responder a la pregunta/cuestión: ¿qué sabemos con certeza de los Borotis?.

a) Sabemos que habitan en zonas templadas y húmedas, pero no podemos descartar la posibilidad de que puedan existir en cualquier otro lugar.
b) Se mueven sólo en la oscuridad absoluta.
c) No presentan ni fluorescencia ni fosforescencia alguna.
d) Poseen ¿órganos? emisores de sonidos.
e) Su presencia ha menguado considerablemente en los últimos tiempos.

La causa de esta última afirmación es difícil de determinar. Personalmente no lo relacionaría tanto con factores como presión demográfica o competencia de otros entes sino con otros motivos como disminución del hábitat (espacios oscuros), siendo este un caso representativo de endemismo afectado por contaminación lumínica.

También habría influido la disminución del adiestramiento de las madres, menos preocupadas por el descenso del peligro, y más preocupadas por plagas y enfermedades.

Como conclusión de este informe, y en reserva de nuevas averiguaciones, he de decirles, en cumplimiento de mi cometido, que dado que los Borotis no suponen un excesivo peligro, estando los niños bien adiestrados - junto con la gran iluminación de hoy en día de las casas y vias públicas - , sería conveniente declarar su protección, pues forman parte de nuestra cultura popular, y tratar así de evitar su extinción.

Las pautas a seguir serían las clásicas: la divulgación y el respeto, editar trípticos, poner su nombre a una publicación o colectivo cultural, y aprovechar para pedir subvenciones al Fondo Social Europeo con el fin de realizar todo lo anterior, por ejemplo.

En cuanto al que suscribe, no se enorgullece de haber sido el primero en facilitar la información contenida en este escrito, pero tampoco se siente responsable del uso negligente o reprobable que de ella se pudiera hacer, pues es ineludible el hecho de que los Borotis están ahí, y tarde o temprano ... alguien tenía que decirlo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Le agradezco, y creo hablar en nombre de todos mis congéneres, su interés en nuestra supervivencia. De todas formas no puedo evitar (si todavía continuamos, tal y como hace tanto, en su vecindad se debe, efectivamente, a nuestra astucia y suspicacia) expresarle mi impresión de que, conociendo como conocemos el carácter y motivaciones que mueven desde siempre a su raza, su artículo no obedece realmente a un amor altruista o, simplemente, a un interés real por nuestro bien o, aunque sólo sea, por una tranquila convivencia, sino que desprende un tufillo, ya familiar para nosotros en sus muchas variantes, a autocomplacencia y ,en este caso, ambición académica y de reconocimiento, que, hágame caso, llevará a su especie a la perdición.
Es por eso que le ruego, si realmente tiene el mínimo interés real en nosotros, se deje de acercamientos de este tipo, de una intelectualidad de dudoso pragmatismo, y salga a nuestro encuentro en cualquier noche de tormenta, en total oscuridad, con el sonido de los truenos pero alejado del resplandor de los rayos, intérnese en cualquier bosque o descampado solitario y llámenos por nuestro nombre, bajo la lluvia, cierre los ojos (no sirven de nada en la oscuridad) y espere nuestra respuesta con paciencia. No desespere, le prometo que antes de que vea usted ninguna luz sentirá nuestro tacto en sus mejillas húmedas y frías.
No tenga ningún inconveniente en acudir acompañado de algún tierno espécimen de su especie.

P.D.: Perdone los defectos en la escritura, pero no es fácil en la oscuridad.

Anónimo dijo...

Estimado Sr. Boroti,
gracias por su aportación a este post. Tengo que decir que tiene usted razón, hay cosas que es mejor vivirlas que analizarlas, aunque en este caso, más que autocomplacencia y/o ambición académica y de reconocimiento, se trata de un caso de superviviencia, aunque más mia que de cualquier especie. Con este informe intentaba conseguir alguna subvención Life, puesto de asesor de algún político populista, de funcionario interino categoria B, o incluso becario temporal como investigador del tema. Cualquier cosa con la que afrontar este periodo de crisis y paro que se avecina. No pensé que la edición de tripticos afectara a su especie. En fin, que averiguaré si el tema del oso pardo no está muy cogido ahora que aun estoy a tiempo de cambiar de especialidad.

Anónimo dijo...

...Quizás la desaparición del Boroti tenga que ver con la incorporación de los padres en los parques...autoridad cuyo rol choca claramente con las funciones que, hasta ahora, venían desempeñando los Borotis.

Anónimo dijo...

..si Carlita.. también.. ahí se podría abrir una interesante linea de investigación si nos subvencionan.

Vaklas Eroski dijo...

Amigo Odradek:

Hasta ahora había guardado silencio pero aprovecharé tu revelación para hacer la mía: hará un año y medio que un chico descargaba de su coche una caja repleta de naranjas en una de las calles que llevan a la plaza de mi pueblo -una plaza, quiero decirlo, en la que la gente todavía juega al ajedrez-. Pues bien, el chico trataba de coger de lo más profundo del maletero las naranjas que habían salido de la caja cuando yo vi salir una pequeña criatura de allí; pasó a gran velocidad entre sus piernas y se metió en una tienda de golosinas. Os juro que lo vi, pero hago memoria y no puedo describir al ¿animal? Guardo vívida la sensación de pánico y de desconcierto que transmitía, pero he olvidado totalmente su color, su pelaje, sus dimensiones.
Pensé que me tomarían por loco si lo contaba, así que decidí callar. Ahora que leo tu informe sé que aquello era un Boroti. He redactado un panfleto que distribuiré por el pueblo a ver si alguien me puede dar alguna pista sobre su paradero. Dice así:

Mi boroti ayer se me perdió
pastando lo dejé y desapareció
cualquier información bien la voy a pagar
las flores que dejó, no me han querido hablar.

Mi boroti ayer se me perdió
no sé si se me fue, no sé si se extravió
y yo no tengo más que un boroti
si alguien sabe de él, le ruego información
cien mil o un millón yo pagaré
mi boroti, se me ha perdido ayer
se fue...

Mi boroti y yo hicimos amistad
un poco con amor, un poco con verdad
con su cuerno de añil pescaba una canción
saberla compartir era su vocación.

Mi boroti ayer se me perdió
y puede parecer acaso una obsesión
pero no tengo más que un boroti
y aunque tuviera dos yo solo quiero aquel
cualquier información la pagaré
mi boroti se me ha perdido ayer
se fue...

¡SALVEMOS A LOS BOROTI!

V.

Anónimo dijo...

Esta canción del Boroti yo la había oido antes, no?

Anónimo dijo...

Tengo que agradecer a todos el apoyo mostrado en defensa del Boroti (las Administraciones Públicas, una vez más, han mostrado su falta de sensibilidad con estos temas). El testimonio del Sr Boroti, documento impagable; la seriedad de los apuntes de Carlita y la facilidad con que atraviesa el espejo; la interesante aportación de Vaklas, que eleva esta criatura al nivel mitológico. Al menos ahora se que la criatura tendrá donde refugiarse si es perseguida por cazadores de pensamientos extraños.