jueves, 21 de mayo de 2009

Páginas dobladas (4)


"Viajar es, por supuesto, la confesión de nuestra impotencia: ir a buscar lo que te falta a otros lugares. Si realmente creyera que no necesito nada más me quedaría en mi casa. Si realmente creyera que no necesito nada más sería un necio. Si realmente creyera que no necesito nada más sería feliz. Lo intento, desde hace mucho tiempo". (pág. 16)

"El capitalismo -su victoria sobre el sovietismo- es uno de esos escasos casos en la historia en que la realidad puede más que la promesa, que el presente le ganó al futuro". (pág. 17)

"Nada más triste que un blanco pobre al que sólo le queda el racismo para sentirse superior. White trash, los llaman los americanos". (pág. 85)

"Estos días hay huelgas y manifestaciones estudiantiles y hay quienes quieren compararlas con mayo del 68, y la diferencia es la diferencia de estos tiempos con ésos. Los estudiantes del 68 querían destruir el Estado para hacerlo de nuevo; los estudiantes de ahora piden que el Estado los proteja. Peleamos para volver a conseguir algo de lo que entonces queríamos destruir y, sobre todo, despreciábamos". (pág. 97)

"El tema es que parece que queremos tan poquito. Digo: en general queremos tan poquito. He hablado con gentes de muy diverso tipo y condición -sumergidos extremos, funcionarios serenos, periodistas, guerreros, putas, escapados- en países tan supuestamente diferentes, y todos dicen que quieren más o menos lo mismo: comer, cierta estabilidad, formar una familia, vivir tranquilos. No me extraña que el mundo sea como es." (pág. 125)

"Quien diga que hay un dios es un hijo de puta". (pág. 127)


Martín Caparrós, Una luna, Anagrama, Barcelona, 2009.

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